Santo Domingo.- El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, llegó este miércoles a República Dominicana para cumplir una visita oficial que, entre otros puntos, busca “fortalecer” los “esfuerzos conjuntos” en la lucha contra el narcotráfico, en la primera visita de un jefe del Pentágono al país, y en medio de la tensión por el despliegue militar ordenado por el Gobierno de Donald Trump en el Caribe.
El avión que traslada a Hegseth aterrizó alrededor de las 13:00 hora local (17:00 GMT) en el al Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA), en el este de Santo Domingo, donde fue recibido por autoridades de la embajada estadounidense en el país.
A las 14:30 hora local (18:30 GMT) está previsto que llegue al Palacio Nacional para una reunión con el presidente del país, Luis Abinader, quien adelantó el lunes que Hegseth visitará al país para “seguir coordinando” la “confianza” entre ambos países para enfrentar el narcotráfico y otros delitos transnacionales.
“Hemos tenido (Estados Unidos y República Dominicana) una colaboración, una lucha fuerte contra el narcotráfico en momentos en que ha aumentado la producción de cocaína en algunos países de Sudamérica”, refirió el presidente.
Hegseth llega a la República Dominicana después de que el 14 de noviembre anunciara la puesta en marcha de una operación militar de nombre Lanza del Sur, relacionada con la lucha de Washington contra el narcotráfico originado en Latinoamérica, en un momento marcado por la creciente presión del Gobierno de Donald Trump sobre Venezuela.
De hecho, las autoridades dominicanas incinerarán mañana casi dos toneladas de drogas capturadas este mes en las costas del país en dos acciones en apoyo a esa operación, promovida por Estados Unido, que ha desplegado un contingente militar en aguas del Caribe y ha destruido varias lanchas que, asegura, transportaban drogas hacia esa nación.
El pasado lunes, la Administración de Donald Trump designó al Cartel de los Soles como grupo terrorista, al que atribuye vínculos con el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y con la cúpula militar de ese país.
Esta decisión le otorga al Gobierno de Trump herramientas adicionales para aumentar la presión sobre el Gobierno de Maduro.

